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La relación entre asertividad y resiliencia es absolutamente fundamental.

¿Qué es ser asertivo?

Si nos paramos a definir asertividad, podemos referirnos a la capacidad de mostrar nuestros deseos y consideraciones, de manera amable y franca, sin ser bruscos ni desagradables. Siempre de la manera más empática posible.

Lo que realmente caracteriza la asertividad, es la capacidad de lanzarse y atreverse.

¿Cuándo se ve mermada?

Cuando el miedo se interpone y no permite hablar o decir lo que realmente pensamos, y esto produce ansiedad.

Y precisamente la asertividad y la ansiedad están íntimamente relacionados a la vez que son absolutamente antagónicos. Cuanta más asertividad exista, menos ansiedad sufriremos. Nos permitirá además expresarnos con total tranquilidad, sin acritud, lo que nos llevará además a mejorar en las relaciones sociales, laborales y personales.

Para ser asertivo hay que recordar dos principios fundamentales:

  • Respetar los límites propios y de los demás. Ser funcional y adaptativo.

Si eres asertivo, te caracterizará:

  • La tranquilidad

  • El respeto a ti mismo y autoaceptación

  • La autoaceptación

  • Sensación de Control Emocional

  • Autoconocimiento de tus sentimientos

  • Indiferente al concepto que los demás tengan sobre ti

  • Darás la misma validez a tus sentimientos, necesidades y opiniones a que las de los demás.

  • Comprendes a los demás de manera serena

  • En los conflictos sueles llegar a acuerdos.

  • No sueles herir a nadie a la hora de decir las cosas

La combinación de la asertividad con la resiliencia, te permitirá ser más feliz

Actuar con asertividad, es decir siendo lo más empático posible asegurándonos de no salir dañados, es importante. Pero si además eres resiliente, entonces estamos hablando de que tienes muchas probabilidades de ser feliz, o al menos estás más en el camino de llegar a serlo.

Resiliencia se refiere a la capacidad de superar la adversidad, y no solo eso, sino además salir fortalecido de ella. 

Los obstáculos e impedimentos que puedan ser en la vida, no significa que no te puedan afectar pero si además consigues salir y hacerlo siendo aún más fuerte, habiendo aprendido de la situación y con probabilidad de afrontarla aún mejor si vuelve a suceder, entonces será un buen aprendizaje.

Si no has nacido con la resiliencia innata, no te preocupes, puede desarrollarse a través de la potenciación de los diferentes segmentos de tu persona. Es algo que se da con el constante entrenamiento, ya que se conforma a través de la personalidad, factores protectores y defensivos, además de la suma de experiencias.

Básicamente la persona resiliente es aquella que:

  • Reacciona bien ante los inconvenientes

  • Escoge caminos que no supongan un problema mayor

  • Salta y supera obstáculos de una forma eficaz, productiva y obteniendo buenos resultados. Sin excesivo desgaste de energía

La resiliencia además está altamente vinculada con la autoestima. Cuanto más resiliencia tengas, más subirá tu autoestima y con ello tu seguridad, sobre todo a la hora de la toma de decisiones. Además también te permitirá tener: más compromiso, control y afrontar retos desde una perspectiva positiva.

Igualmente como hemos dicho antes, no pasa absolutamente nada. Es posible trabajarlo, potenciarlo y adquirirlo. Eso sí, de una manera profesional y constante. En Pyrsel Consultores, somos especialistas en mejorar la asertividad y la resiliencia y todo aquello que llevan enlazadas ambas características