Hoy hablamos del “Burnout” o también llamado “síndrome del quemado” en el trabajo.
El trabajo diario, horarios idénticos y tareas a desempeñar que se basan en prácticamente lo mismo todos los días hace que nos planteemos en ocasiones si realmente es lo que queremos y nuestro trabajo deje de resultarnos atractivo son los principales causantes de sufrir “Burnout”.
Por el contrario, cuando llega la hora de ejecutar nuevas tareas o nos enfrentamos a nuevos retos, nuestra mente se reactiva y volvemos a sentir esa motivación que muchas veces se pierde o disminuye.
Cómo puede afectar el Burnout a los trabajadores/As
En primer lugar explicamos qué es concretamente el “Burnout”: es un padecimiento de agotamiento físico, emocional y/mental que sufre un/a trabajador/a a partir de una dinámica de trabajo normalmente estándar y monótona que produce un verdadero estrés, afectando incluso a la autoestima, llevando a perder el interés por el desempeño de tareas, la responsabilidad del puesto e incluso puede derivar en depresión.
Cuando hablamos de este problema, suele deberse a la ocupación de trabajos monótonos por lo que lo ideal en estos casos para evitar el “Burnout” es prever una rotación de trabajadores, puestos y horarios. Se identifican sobre todo en trabajos en los que se desempeña una actividad casi idéntica, en ciclos cortos y sin necesidad de aplicar la inteligencia, sin necesidad de hacer uso de la mente, de pensar y aplicar conocimientos. Tomando una medida como la rotación, se conseguiría una diversidad de funciones importante para el trabajador, de forma que pueda ampliar sus habilidades y ponerlas en práctica en diversos puestos, subiendo además su autoestima, la productividad y la eficiencia.
Sin embargo, esto puede ocurrir también en cualquier otro trabajo que sin tener la monotonía, entendida como el mismo desempeño de tareas en ciclos cortos, como protagonista, termine “quemando” también al trabajador. Por ejemplo: que sea normal en cualquier día de trabajo sufrir un alto nivel de estrés, tener excesivas responsabilidades y al fin y al cabo realizar siempre la misma tarea de fondo (por ejemplo, como puede ser un/a contable, un/a administrativo/a, un/a profesor/a). Básicamente, este síndrome podría sufrirlo cualquier persona que por unos u otros factores, termine hastiado de su trabajo. El problema principal es que el trabajo termine convirtiéndose en demasiado fácil para la persona y con ello se convierta también en intranscendente, al encontrarse absolutamente especializado y con un profundo conocimiento de la materia. De esta forma termina resultando el aburrimiento, la monotonía, la falta de atención y seguramente más derivados tales como el absentismo entre otros.
En conclusión esto puede darse por dos extremos, tanto el de tener poca carga de trabajo y no hacer uso de la inteligencia para desarrollarnos, como el extremo contrario de tener una carga excesiva de trabajo y tener que aplicar los conocimientos (ya adquiridos) para desarrollarlos llevando a la mente a la “saturación”.
¿Cuáles son las mejores manera de enfrentarlo?
— POR PARTE DE LA EMPRESA
Si la empresa conoce la probabilidad de que sus trabajadores caigan en este síndrome, debería tomar medidas como:
- La rotación de puestos.
- La flexibilidad o cambio de horarios de manera periódica.
- La estimulación con otro tipo de actividades en las que despejar la mente y olvidar las tareas que provocan estrés o monotonía: como actividades de ocio.
- Y por supuesto no olvidar nunca que todo esto mejora siempre que sea un verdadero líder el que se encuentre a la cabeza del equipo.
— POR TI MISMO
En otros casos, la empresa no percibe estos riesgos o no hace nada por evitarlos, por
lo que entonces debes trabajar por ti y contigomismo. Debes hacer por transformar tu cerebro, en primer lugar, a la positividad y a partir de ahí potenciar tu capacidad cerebral.
Cuando experimentas algo nuevo, tu cerebro se estimula y así puedes evitar caer en la rutina.
- Prueba cosas nuevas. Modifica el recorrido al trabajo, intenta desarrollar el trabajo que siempre haces igual, de una manera diferente, modifica los procesos (siempre si entra dentro de tus competencias) y enfréntate a todo aquello que varíe un poco de la forma más “compleja” posible.
Realiza ejercicio de manera regular, come saludablemente y descansa. Todo esto te ayudar a potenciar la inteligencia, a regenerar tu mente y liberar toxinas, de esta forma conseguirás generar nuevas células en tu cerebro.
- Crea un plan de entrenamiento que te ayude a sentirte mejor. Sigue una dieta saludable y descansa el tiempo recomendado.
No olvides ejercitar también tu mente.
- Nos encontramos mecanizados con la tecnología y nuestro cerebro se ha convertido en perezoso, así que evita hacer uso de ellas para aquellas tareas que puedas realizar con la mente, entre ellas dejemos la calculadora y los gps, así la ejercitas que a veces olvidamos que existe.
Fomenta la curiosidad y aumenta tu nivel de inteligencia.
- Cuando te hablen o escuches algo que no conoces o no lo conozcas en profundidad, no te quedes con la duda, busca información y aporta conocimientos, algo que te ayudará en cuanto a la innovación y la creatividad a la hora de aportar ideas.
- No olvides además la importancia de leer. Lee cualquier cosa y fomentarás la imaginación, algo realmente útil para tu cerebro.
Por supuesto, intenta pensar en positivo.
- El estrés no hace nada bien a las neuronas, al igual que tampoco lo hace la ansiedad. Así que si quieres seguir desarrollándote y que nuevas y buenas ideas asalten tu mente, piensa lo más positivo posible.
¿Cómo podemos actuar para no caer en el «Síndrome de Burnout» y no acabar maldiciendo el trabajo? Toma medidas como gestionar tu tiempo, el estrés y las emociones. Si te cuesta generar el cambio ponte en contacto con Pyrsel Consultores, nosotros te ayudaremos a mejorar tu vida profesional y empresarial.