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¡Y es que seguro que ya se ha notado la Navidad sobre todo en la oficina! El ambiente, el humor de los que se van de vacaciones es diferente, aquellos que no se van están más relajados y clientes y proveedores ya que se encuentran más tranquilos trabajando seguramente, con recursos mínimos.

Sin embargo y aunque no lo parezca, es una gran época para sacar provecho de estas pausas para retomar aquello que dejamos por falta de tiempo, comenzar a ejecutar aquellas ideas que se nos ocurrieron pero que no pudimos llevar a cabo o dedicarle más tiempo a nuestro equipo, ese que no tenemos en otras épocas del año.

La productividad en Navidad es posible

Como siempre hablamos, la productividad no va unida del estrés ni de horas interminables frente al ordenador. Todo lo contrario. Va unida del buen ambiente, de la organización y la flexibilidad.

Si bien es cierto, que la Navidad no influye de igual manera a todo el mundo. Es decir, puede haber:

  • Quien ame la Navidad, pero también quien sea reticente por diferentes motivos.
  • Las cenas, comidas, quedadas con familias y amigos, por lo general sientan bien, pero también hay a quienes les sientan mal: Reuniones que no son bien recibidas o malestares en los días posteriores debido al exceso.
  • Compras de última hora. Quienes ya lo han dejado todo zanjado o aquellos que nerviosos esperan poder terminar esta tediosa tarea cuanto antes.

En fin, a pesar de que opiniones y reacciones hay para todo, la Navidad es igual que cualquier otro período vacacional un momento perfecto para sacar el máximo rendimiento del equipo, independientemente de los factores externos que puedan influir.

En el momento en el que hay menos días de trabajo o menos horas para ejecutar, la productividad se maximiza. No hay tantas horas muertas, se prioriza y el trabajo que hay que terminar se termina en horas récord (seguramente en mucho menos tiempo que en 

cualquier otra época del año).

Así que no le temas a la Navidad, ella también es eficiente.

De hecho deberías esperarla con más efusividad aún si cabe, y fo

calizar tu atención en:

  • Propósitos y nuevas metas para el año que entra. Es justo un buen momento (si no lo has hecho ya) para reflexionar respecto a este año que se acaba con datos por delante, hechos y proyectos en los que hayas estado involucrado con tu empresa. Plantéate cómo vas a mejorar todo aquello que has hecho bien pero que aún puede ser mejor, compártelo con tu equipo, da rienda suelta a la creatividad y déjate nutrirte también de tu equipo.
  • Dedica tiempo a tu equipo. Escucha las opiniones de tu equipo, sus expectativas y sus ideas para el nuevo año. Es una manera de motivarlos además de estrechar relaciones con ellos.
  • Contacta con tus clientes. Seguro que ahora tienen tiempo y están mucho más relajados. Llámalos, toma contacto con ellos y habla de manera distendida de cómo le van las cosas, qué objetivos se propone para el nuevo año y seguro que también obtienes ideas acerca de mejoras para ellos.
  • Dedica tiempo a todo aquello a lo que quisiste dedicarte durante todo el año pero no pudiste. Aquellos asuntos, temas y acciones que querías llevar a cabo pero no pudiste por falta de tiempo, incluso de inspiración.

Aprovecha estos momentos tanto en tu empresa como en tu vida personal. Todos lo que la componen, lo agradecerán.

Nosotros, en Pyrsel Consultores, seguimos trabajando incansablemente para ofrecer un servicio de calidad, cada vez mejor y que junto a Programa 10 cada vez sean más los líderes, empresarios/as y directivos a los que podamos ayudar, obteniendo resultados altamente satisfactorios.